Decidimos hospedarnos en este Hotel por ser característico el ambiente familiar, sin embargo vivimos de todo menos eso. A partir de las 3:00 pm había muchísima gente consumiendo bebidas alcohólicas sin medida en la alberca, durante los 7 días que estuvimos ahí, situación que impidió que pudiéramos disfrutar la misma, mi hijo no se sentía cómodo de estar ahí y al otro día en la mañana la alberca siempre sucia y el área llena de latas y corcholatas de cerveza. Hicimos el cometario en repetidas ocasiones al personal pero jamás hicieron algo al respecto, sólo se justificaban diciendo que eran grandes grupos de personas que llegaban y no podían controlar su acceso. Además de todo el bufete de mariscos del domingo malísimo.