El lugar es increíble, esta hermoso; sin embargo, está tan grande que le falta muchísimo mantenimiento. Adicional a las cabañas tienen un hotel que está abandonado y no da una buena impresión. El cuarto pequeño, pero bonito. El servicio del lobby bueno. El restaurante bastante malo, tanto la comida y peor el serivicio, es sumamente incómodo que en un hotel no hablen inglés y en el restautante cero inglés, no pudimos comunicarnos. El lugar literal sirve únicamente para dormir.