Todo parecía estar bien cuando nos hospedamos; la atención estuvo bien, la habitación adecuada.
Sin embargo, todo inició cuando se acabó el papel y los tuvimos que pedir porque no dejaron repuesto.
También nos pareció que el check out es demasiado temprano a las 10:30 horas.
Lo peor ocurrió cuando perdimos un estuche de lentes y una pulsera.
El estuche se quedó en la mesa de la terraza y no nos informaron nada, ni lo pusieron en algún lugar donde pudiéramos verlo, fue hasta que dejamos las maletas para resguardo que lo vimos y ya lo tenían ocupado con otros lentes.
Cuando hablamos con el dueño sobre la situación fue descortés y no reconoció la falta.
En lo que a la pulsera se refiere, estaba en la habitación porque se nos olvidó. Al regresar la buscamos por todos lados y no estaba.
Avisamos al personal y dijeron que no la encontraron.
Después de lo ocurrido con el estuche de lentes, decidimos no dejar en resguardo el equipaje porque habíamos perdido la confianza. Cuando estábamos saliendo del hotel, se acercó una chica y nos regresó la pulsera.
