Fueron muy amables desde la llegada. Marcela y Eleonora nos ayudaron mucho y siempre estuvieron con muy buena disposición. El problema lo tuvimos por las noches. Escogimos el hotel porque habían reseñas de que era tranquilo y familiar, pero de las 4 noches que nos alojamos, solo pudimos dormir bien 1 de ellas.
Los ruidos en los pasillos, gritos y portazos a las 4 de la madrugada fueron recurrentes.
Una pena, porque en general el hotel nos pareció muy bien. Pero al no descansar, no disfrutamos nuestras vacaciones como queríamos.